La comarca Tierra de Barros nos ofrece una pieza procedente de Hornachos que no parece directamente relacionada con el patrimonio eclesiástico, pero que pertenece a él y tiene importantes resonancias históricas, así como un hermoso dibujo al carbón que también nos traslada a otro tiempo.
El Escudo imperial de Carlos V, que ha formado parte desde la primera mitad del XVI (1520-1530) de la cubierta de madera de la iglesia de La Purísima Concepción de Hornachos, nos remite junto al propio templo al momento en el que Hornachos fue una de las poblaciones moriscas más importante de Extremadura. Desde la conquista de la villa en 1235 su población continuó siendo mayoritariamente musulmana, aunque sometida a los reyes católicos hasta 1502. En ese momento los Reyes Católicos, en aras de la unidad religiosa del país, dictaron la conversión obligatoria o el exilio de todos los habitantes de sus reinos de religión islámica. En Hornachos la mayoría se convirtió, al tiempo que la villa recibía a treinta familias de «cristianos viejos». La convivencia fue serena en los primeros años, pero comenzaron los conflictos que llegaron hasta el propio emperador en 1525, respondiendo este con un real decreto para que los «cristianos viejos» admitieran en los oficios litúrgicos a los moriscos. La grandeza de Hornachos desapareció cuando los moriscos fueron expulsados definitivamente del todo el reino en 1609.
La iglesia y su cubierta de madera, uno de los ejemplos arquitectónicos mudéjares más destacados de Extremadura, incluyó el escudo de Carlos V, posiblemente, como signo de la autoridad a la que todos estaban sometidos y que, en aquel decreto, invitaba a la convivencia.
El escudo muestra en los cuarteles primero y cuarto las insignias de los territorios de herencia materna: Castilla, León, Aragón y Sicilia. En los cuarteles segundo y tercero las de herencia paterna: Austria, Borgoña, Brabante, Flandes y Tirol. Rodea el escudo el collar de la orden del Toisón de oro, una orden de caballería vinculada con España desde que el padre de Carlos se casó con la hija de los Reyes Católicos, y lo timbra una corona real. Hasta aquí es idéntico al escudo de su padre. Cuando fue coronado emperador, en 1520, se añadió al escudo el águila bicéfala del Sacro Imperio romano germánico.
El pintor Leonardo Rubio Donaire (1867-1944), natural de Almendralejo (Badajoz), fue discípulo de Felipe Checa en la Escuela de Artes y Oficios de Badajoz y posteriormente profesor de dibujo en la misma. Guerrero es un diseño donde se representa al personaje de forma pensativa, con la mirada perdida fuera del espacio visual de la obra. En la obra se puede observar el magistral dominio del dibujo, representando al protagonista ataviado con las prendas típicas de guerra de la parte superior del cuerpo, el casco (rodeado con una corona) y la cota de malla.
Escudo imperial del Artesonado de Hornachos
Anónimo, primera mitad del siglo XVI
Madera policromada
106 x 106cm
Parroquia La Purísima Concepción (Hornachos)
Retrato de un guerrero
Leonardo Rubio Donaire
50 x 45 cm
Dibujo al carbón
Firmado y fechado en 1897
Badajoz. Museo de Bellas Artes