En esta nueva entrega de “La Pieza Invitada”, el Museo de la Catedral y la Diputación de Badajoz nos trasladan a la Comarca de Tierra de Badajoz.
Desde Talavera la Real llega la escultura de Cristo muerto. Por vez primera visita esta sala de la Pieza Invitada una obra de marfil, de procedencia filipina, que recientemente ha estado expuesto en la exposición de Las Edades del Hombre de Plasencia.
En la Filipinas bajo control español desde mediados del siglo XVI, la escultura en marfil fue realizada por artesanos procedentes de China, denominados “sangleyes”, a partir de los modelos iconográficos europeos que ilustraban catecismos u otros libros religiosos.
El Cristo hispano-filipino de las Carmelitas Descalzas de Talavera pertenece al grupo denominado como Cristo muerto, que lo representa con la cabeza baja, sin corona y traspasado por la lanza del soldado. El rostro, con los ojos cerrados bajo un entrecejo profundamente marcado y con la boca entreabierta, muestra un tremendo cansancio y agotamiento. Conserva la policromía oscura en el pelo y en la sangre que desciende abundante desde la cabeza y los brazos hacia el paño de pureza, así como desde el pecho y piernas a los pies. Los dedos rotos y las resquebrajaduras reflejan los estragos del tiempo y los avatares históricos que ha sufrido.
Por parte del Museo de Bellas Artes de Badajoz (MUBA) se presta una obra de Víctor José Amador Purificación, titulada Evangelista, que muestra una figura de edad avanzada escribiendo. El autor del lienzo es natural de Talavera la Real (Badajoz), en donde el sacerdote don José Carmona descubrió sus dotes naturales para la pintura, motivo por el que decidirá inscribirlo en su academia de dibujo en la ciudad de Badajoz.
Su técnica es cuidada y detallista, sobre todo en la temática del retrato, por la que será ampliamente reconocido. A pesar de mostrarse mucho más innovador en los paisajes, su pintura, en general, estará impregnada por un marcado dominio del dibujo.
El soporte principal de sus obras es el lienzo, dominando especialmente la técnica al óleo, aunque utilizó otros formatos -como el lápiz o la cera- y soportes -papel-, siendo la presente obra un claro ejemplo del dominio que tuvo el artista de las diferentes técnicas pictóricas.
Cristo muerto, siglo XVII
Anónimo filipino
Marfil tallado y policromado, 79 x 51,5 cm
Convento de la Inmaculada Concepción del Carmen. MM. Carmelitas Descalzas (Talavera la Real)
Evangelista, 1955
Víctor José Amador Purificación
Pastel sobre papel, 62 x 48 cm
Museo de Bellas Artes de Badajoz (MUBA)